Economista (Universidad Nacional de Trujillo). Posgrado Ciencias Políticas y Gobierno: Gestión Pública (Pontificia Universidad Católica del Perú). Especialista en Inversión Pública.
La pandemia mundial originada por el brote del nuevo coronavirus (covid-19) está generando impactos en las economías mundiales, inclusive de las potencias que cuentan con los sistemas de salud más avanzados como España y Alemania en Europa y EE.UU. y Canadá en América. Ni las más confiables proyecciones económicas en el último trimestre del 2019 advirtieron tal escenario, al punto que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ya informó que esta pandemia llevará a la peor recesión de la economía mundial, nunca antes vista, desde la Gran Depresión de 1929. Wuhan (China) advertía al mundo el 31 de diciembre del 2019 sobre la presencia de una nueva cepa de coronavirus, durante celebraciones del año nuevo chino. A mediados de febrero de 2020, con el avance acelerado de los contagios y fallecimientos en Europa (Italia y España), los países de América Latina vieron al COVID-19 como un enemigo que llegaba para dar batalla al sistema de salud, económico y social.
En Perú, el 6 de marzo se reporta el primer caso positivo de Covid 19, dos días después, el presidente Martín Vizcarra suspende el inicio de año escolar a nivel nacional y el 15 de marzo declara el Estado de Emergencia Nacional por 15 días, que implicaba entre otras medidas el cierre de fronteras y restricción de derechos como libertad de reunión y de tránsito.
Con el incremento acelerado de casos de contagio a nivel mundial, al punto de multiplicarse por 13 en dos semanas, la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluye declarar al COVID-19 como pandemia. Evidentemente, la Emergencia Nacional en Perú, se extendió y con mayores restricciones. Lo que aún no es evidente, es por cuánto tiempo más será necesario el aislamiento social y las reales dimensiones de afectación en la economía de todas y todos los peruanos.
Impacto en la economía peruana
El impacto del Covid 19 en economías emergentes, como el Perú, es más fuerte y empieza a revelarse e intensificarse con el paso de los días en cuarentena. En su mayor esfuerzo, el Gobierno, desde el inicio de la declaratoria de emergencia, ha venido dictando medidas para mitigar el impacto social y económico del Covid 19. Según el portal oficial Consulta Amigable COVID-19, al 14 de abril ya se ha asignado un presupuesto de aproximadamente S/ 3,164 millones (1.69% del Presupuesto Total 2020), de los cuales cerca del 14% ha sido destinado a medidas de atención inmediata a la emergencia y un 86% al soporte económico a sectores vulnerables.
Pero todo esfuerzo aun es insuficiente, considerando que el mayor impacto se da en la economía informal. Según el INEI, la economía peruana se sostiene en un 70% de la población económicamente activa que opera en la informalidad, cuya razón de ser es el trabajo diario, ahora paralizado. Por otro lado, aunque su tendencia ha sido a la baja en los últimos 10 años, los niveles de pobreza en el Perú aún son altos: el Informe de Evolución de la Pobreza Monetaria 2017 – 2018 del INEI, reporta un 20.7% de pobreza, alrededor de 7 millones de peruanos aún se encuentran en situación de pobreza, con la amenaza de un incremento por el impacto de esta pandemia; pues son justamente ellos, que viven en espacios reducidos y con difícil acceso a servicios de salud, circunstancia que los deja más vulnerables frente a esta enfermedad.
En el sector formal, a 31 días del aislamiento social, el impacto en sectores como turismo, comercio, manufactura, construcción y servicios es de paralización total; y ya se escuchan ecos de despidos masivos. El Gobierno, ha dictado instrumentos económicos de apoyo a pequeñas empresas para preservar a sus trabajadores, pero también ha emitido un polémico Decreto de Urgencia Nº 038-2020 que aprueba la suspensión perfecta de labores a la que cualquier empresa (pequeña, mediana o grande) puede acogerse. Si bien esta medida, que ya existía en nuestro marco legal, no significa un despido; sino una suspensión temporal no remunerada, la mayor carga de la crisis lo llevan los empleados. El Gobierno deberá tomar más medidas de apoyo y respaldo a la población, como la postergación o subvención de pagos de servicios y/o deudas crediticias durante la emergencia.
Cambios inevitables
Toda crisis, trae también consigo grandes cambios. No estamos exceptuados en la actual pandemia. Se vienen, grandes retos para el Gobierno de turno en los próximos años: Priorización y cobertura total en educación y salud, masificar la formalización del empleo, promover la bancarización de ciudadanos y la innovación en ciencia y tecnología, por mencionar algunos.
Alrededor de 7 millones de peruanos aún se encuentran en situación de pobreza, con la amenaza de un incremento, por el impacto de esta pandemia.
Como ciudadanos, también debemos sacar lecciones aprendidas, que van desde costumbres arraigadas como los saludos, hasta retos de planificar nuestras finanzas personales.
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